Artículo del día: Publicado en El Periódico Extremadura el 10/11/2010
"Vara está empeñado en pactar con el PP la Ley de Educación y está haciendo concesiones"
En estos días andan los políticos extremeños afanados en elaborar una Ley de Educación para Extremadura (LEEx) que dure un largo período de tiempo. Que la educación es un pilar básico para el desarrollo personal, social y comunitario nadie lo pone en duda. Por ello la mejora del sistema educativo merece el esfuerzo de todos.
La educación se enmarca en un cuadro de valores, principios y normas de carácter ético, moral, religioso, económico, social, etc. de muy diversa entidad y naturaleza que hace que puedan perfilarse tantos modelos educativos como casi individuos somos. Por eso es necesario un pacto en el que se concierten unas líneas básicas dentro de las cuales una gran mayoría de ciudadanos podamos movernos en materia tan trascendental como es la educativa. Y ese pacto existe ya. El artículo 27 de la Constitución lo estableció y sigue teniendo vigencia y validez. No fue un pacto fácil. Nada menos que 10 apartados tuvo que contener el artículo para conseguir un equilibrio aceptable entre las concepciones educativas arraigadas en los distintos grupos políticos y sociales. La fragilidad de ese pacto obliga a todos a una exigente lealtad en su interpretación y en su cumplimiento.
Por otra parte estabilidad normativa no es sinónimo de estabilidad social o política. Sin ir más lejos desde la Ley Moyano de 1857, primera ley, hasta la segunda de Villar Palasí 1970, transcurre más de un siglo y es la época de mayores desigualdades educativas y analfabetismo de la España contemporánea.
En base a ese pacto constitucional, la educación es un derecho de todos que el Estado tiene la obligación de garantizar mediante una programación general de la enseñanza y una red de centros públicos que llegue a todos en las condiciones de mayor igualdad y equidad posibles. Una red pública que garantice el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales consagrados en la Constitución.
También, en base a ese pacto constitucional, aquellas personas y grupos a los que no les interese la oferta educativa de la red pública y, dentro de los principios constitucionales, quieran una educación basada en idearios específicos avalados por determinados grupos económicos, sociales, políticos o religiosos, tienen la libertad de creación de centros docentes privados y libertad de enseñanza para llevar a cabo una educación ajustada a esos idearios específicos.
En Extremadura, la red de centros está en una relación ochenta a veinte por ciento la pública respecto de la concertada/privada y esta última se encuentra fundamentalmente en poblaciones grandes. Ante todo ello, es necesario no olvidar que la concertada ha de ser subsidiaria respecto a la pública.
En el marco de ese pacto constitucional, cada partido político oferta a la sociedad su modelo educativo preferente que lo diferencia y conforma con él una pieza electoral que justifica opciones de gobierno y alternancias en el poder político. Desde una óptica, digamos, progresista no pueden estar ausentes los principios de solidaridad, equidad, compensación, planificación,… porque de lo contrario estaremos (entregando) abandonando la ESCUELA PÚBLICA y a la mayoría de los niños y niñas extremeños a un destino desfavorable y por lo tanto siendo deshonesto con ellos.
Pues bien, el Presidente de la Junta de Extremadura está empeñado en alcanzar un pacto (otra cosa serían acuerdos puntuales sobre algunos aspectos de la educación, como está ocurriendo en el nivel estatal) entre los dos partidos que ocupan la totalidad de la Asamblea de Extremadura que permita aprobar la Ley de Educación por unanimidad. Y en eso están gobierno y oposición autonómicos; el PSOE, dando pasos significativos hacia el modelo del adversario: más enseñanza privada, más autonomía para sus idearios, más recursos para esos centros…; el PP, creciéndose, planteando con increíble desparpajo cuestiones inaceptables: más dinero para los empresarios educativos, más posibilidades de selección de su alumnado, menos control en esos centros...
Parece importar poco que se traspasen las líneas rojas de una aceptable lectura leal del pacto educativo constitucional. (“Lo importante, como ha expresado públicamente Díez Solís –PP-, es que saquemos una ley con la que podamos gobernar cualquiera”).
Pero si los modelos educativos del PSOE y del PP no se van a diferenciar, materializándose en una Ley casi imposible de modificar con un único modelo pactado, ¿para qué las alternancias políticas? Si la propuesta educativa extremeña ya está acordada, gobierne quien gobierne, ¿qué nos queda a los electores?.
La aplicación de recortes y medidas pretendidas por los gobiernos es un contrasentido y una insensatez. Pero aún siendo muy graves las repercusiones que puedan tener en el conjunto del sistema educativo, en el medio rural, no puede sino menoscabar la igualdad de oportunidades y la compensación a las zonas con menos posibilidades educativas. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de personas, de niños, de familias y a largo plazo el desarraigo social y cultural es muy elevado y costoso.
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3 comentarios:
Inefables los dos: Vara y Solís. ¿Fundarán el partido del Medio? Ese "cualquiera" enunciado por el segundo pone los pelos de punta. ¿Y luego hablamos de totalitarismos?
Hay postulados educativos y políticos irreconcialiables y estoy de acuerdo en que sí se pueden fijar por ejemplo el porcentaje del PIB, la red de Centros, el uso y desarrollo de las TICs en la enseñanza, la carrera docente,...
Otras cosas no deberían poder ser.
Y si son, algo no cuadra.
A los "electores" nos queda cada vez menos, de ahí el llamado desencanto o pasotismo, en definitiva, la desmovilización de los ciudadanos que son algo más que electores. O deberíamos serlo. Ya de hecho se han votado muchas políticas que después se han olvidado, una vez alcanzado el gobierno, de ello hay multitud de ejemplos,... y hemos visto y vemos como se hace la política que interesa a una minoría que perdió las elecciones o incluso ni se presentan a ella, al menos con el programa claro de lo que quieren y pretenden; no ganarían. Luego padecemos la política del gobierno de turno que la tenía oculta y olvida la que nos había prometido cuando votamos.
¿Qué es, si no, eso de apelar a los "mercados" para hacer lo que desean los poderosos y todos padecemos?
Así que deberemos estar atento a "la agenda oculta" pues tanta alegría y "altruismo" mostrados por el PP ante el pacto lo menos que despierta es confianza.
Por decirlo con palabras de G. García Márquez " ...todos estamos de acuerdo, al parecer, en que debemos estar alerta contra la tendencia del Estado a desentenderse de la educación y encomendarla a los particulares. El argumento en contra es demoledor: la educación privada, buena o mala, es la forma más efectiva de la discriminación social". (El País, 20/10/2010)(Antonio)
Acuerdo total con el contenido del artículo y algunas interrogantes en relación con la situación:
1.- Si el pacto básico está recogido en el articulo 27 de la Constitución, ¿no corremos el riesgo cpn este pacto autonómico de modificar el pacto constitucional?.
El pacto autonómico posiblmente sirva para "gobernar cualquiera", pero también para algo más que no se confiesa...( esto de las "agendas ocultas" es más mosqueante cada día)
- Cambio en la relación 80-20 entre las dos redes.
- Distribución selectiva del alumnado.
- Derecho a la elección de centro...de determinadas capas de la población y no a otras ¿quién y como se garantiza este derecho a la población rural, a la población de la periferia de las ciudades.?
2.- A Diez Solis se le ve la patita en sus declaraciones... ¿Necesitamos una Ley de Educación para gobernar p àra garantizar una educación de calidad acorde con la sociedad del Siglo XXI a TODOS Y TODAS los niños y niñas extremeños?
3.- ¿Qué nos queda a los electores?...pero también ¿qué nos queda a la comunidad educativa de Extremadura y muy especialmente al alumnado?. Carmen Martín
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