No hay día en que alguna mala noticia, proveniente de
nuestros mandatarios, no nos sobresalte y nos altere. Pero también, no hay día
en que algún movimiento ciudadano, alguna asociación, algún sindicato, algún colectivo,
alguien del pueblo, les diga de mil maneras que se están equivocando y que
primero están las personas y luego los intereses. También se les está diciendo
que estamos dispuestos a pelear por lo que es nuestro: nuestros derechos,
nuestra vida y la de nuestros hijos. De ninguna manera aceptamos, entre otras
cosas, que la educación sea cada vez menos pública, más segregadora, más
elitista, más mercantilista, menos compensadora.
Según un reciente informe de CCOO basado en datos
estadísticos oficiales del Ministerio de Educación y del INE, el auge de la Educación Concertada
en nuestro país es impresionante. Sobre todo en la Comunidad de Madrid
donde los sucesivos gobiernos del PP han ido autorizando la ampliación de
unidades y han cedido suelo público a bajo coste para la construcción de
centros concertados, algunos vinculados al Opus Dei que segregan niños y niñas
en las aulas. Según este informe, se han levantado más de 70 nuevos macro-centros
concertados que podrían escolarizar a más de 60000 alumnos.
En consecuencia, en la misma Comunidad -que parece
ser el laboratorio de ideas en el que se basa la nueva Ley de Educación (LOMCE)
del ministro Wert- el mapa de escolarización señala con claridad que la oferta de enseñanza privada y concertada se
concentra en las áreas territoriales con mayor nivel de renta; en las del
Sur y el Este –de menor media de renta- la presencia de la red pública es
abrumadoramente mayoritaria.
Esta es la trampa y la razón del auge de la
privada-concertada, apoyada por todos los tentáculos del dinero y el poder: suelo público barato, profesores pagados
con dinero público aunque seleccionados
a su antojo, desgravación de
impuestos para aquellos padres que lleven a sus hijos a centros
concertados o privados, cierre de centros públicos que obliga a
los padres a llevarlos a un concertado cercano a su domicilio, debilitación de la política de becas de
comedor (con 6 millones de parados y cientos de miles de desahucios) y la
prácticamente arrasada ayuda para libros
de texto….
En Madrid se pretenden cerrar, en estos momentos, 12
centros escolares de primaria y secundaria y realizar 6 fusiones mientras se
financia a colegios del Opus. Y lo llaman “reestructuración”. ¡Sólo es negocio! Y también lo llaman "adecuar la capacidad de los centros
a las necesidades de escolarización y demanda de los mismos". Más de dos tercios de los nuevos centros
concertados y privados de la
Comunidad de Madrid, ofrecen educación católica ,
amén -y nunca mejor dicho- de la asignatura de religión en los centros
públicos, en un país cuya Constitución dice que es aconfesional.
¿Hasta donde se puede llegar? ¿Y lo vamos a tolerar? La Comunidad Educativa está
movilizada y la sociedad la apoya mientras el gobierno hace oídos sordos y se
agarra a “su mayoría” en las urnas. ¿Sigue
siendo válida si se incumplen las promesas electorales? La marea verde
mantiene sus movilizaciones, los sindicatos, las plataformas, los movimientos
ciudadanos y profesionales…Es un clamor que no puede ser silenciado por los
votos. Los votos no son un cheque en blanco.
La
educación tiene que ser, y será si nos lo proponemos entre todos, pública, de calidad y universal porque
solo ella ofrece las mismas oportunidades a toda la población. Y no puede ser de
ninguna manera, como pretende esta Ley y este Gobierno, un instrumento más del
sistema que manipula mentes para convertirnos en máquinas de consumo y egoísmo.
Tiene que ser, y será, un espacio de libertad donde
cada persona sea respetada y tenida en cuenta, donde se aprenda a participar, a
pensar, a aportar, a asumir compromisos, a respetar otras ideas y a convivir
democráticamente.
¿Sólo parece que la LOMCE va por el camino contrario?
1 comentario:
Pues sí, esa reestructuración, qué estupenda palabra nada sospechosa, que suena incluso a introducir ajustes para que todo funcione mejor, con más eficiencia (deben tener un equipo dedicado a buscar eufemismos), esa palabreja esconde lo que ya sabe la gente, aunque nos tomen por tontos, que la educación es un descomunal negocio a repartir entre los suyos, como la sanidad y tantos servicios públicos.
Y la pública para donde no es rentable el negocio, llámese pueblos pequeños o zonas urbanas donde la pobreza no da para pagar "complementos" a la gratuidad.
ESE ES SU OBJETIVO, el que quiera educación de calidad que la pague, el que no pueda, a la beneficencia, eso es lo que quieren:
Escuela Pública=Beneficencia.
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