viernes, 9 de abril de 2010

¿Por qué las escuelas finlandesas son tan buenas? Tom Burridge BBC, Helsinki

Los datos son los datos y, sin duda, algo hay en Filandia, aunque nosotros siempre tan incrédulos, pongamos todo en cuestión. Hay varios aspectos curiosos; las pocas horas de clases y el comienzo tardío -a los 7 años- (y aquí tenemos afán por comenzar muy pronto y alargar las horas de clases, ¿y si la escuela actual fuese perjudicial y son más estimulantes los juegos y el dejar más libertad para la iniciativa propia?) Otro factor es la formación y selección del profesorado y ese profesor más. Y, sin duda, y no es lo menos importante destaca la implicación y nivel formativo y cultural de las familias... Lean el artículo.

El año pasado, más de cien delegaciones y gobiernos extranjeros visitaron Helsinki con la esperanza de develar el secreto del éxito de sus escuelas.
En 2006, los estudiantes de Finlandia lograron el mejor promedio en las calificaciones de ciencia y lectura de todo el mundo desarrollado.
En los exámenes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para alumnos de 15 años también obtuvieron los mejores resultados, sólo superados por los adolescentes surcoreanos.
Esos logros no fueron una excepción: en exámenes del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) previos, los finlandeses también ostentaron las notas más altas.
La filosofía finesa respecto a la educación es que todos tienen algo que aportar y que no debe dejarse de lado a los que más les cuesta aprender ciertos temas.
Una táctica utilizada en casi todas las materias es la presencia de un profesor extra que ayuda a los estudiantes con mayores dificultades en un tema particular...
Aprendiendo más tarde
Según la OCDE, los niños finlandeses pasan menos horas en las aulas que en cualquier otro país del mundo desarrollado.
Esto refleja otro aspecto importante de la educación finesa.
La escuela primaria y la secundaria son combinadas, es decir que los alumnos no deben cambiar de colegio a los 13 años. Eso les permite evitar un cambio de escuela potencialmente perjudicial.
La maestra Marjaana Arovaara-Heikkinen cree que mantener a los estudiantes en la misma aula durante varios años le facilita su propio trabajo.
"Es como si creciera a la par de mis alumnos. Veo los problemas que tienen cuando son pequeños, y después de cinco años todavía veo y sé lo que les ha pasado en su juventud y qué es lo que mejor hacen. Les digo que soy como su madre escolar".
En Finlandia, los niños empiezan la escuela a los siete años. La idea es que antes de esa edad aprenden mejor jugando y que para cuando finalmente ingresan a la escuela están deseosos de empezar a aprender.
Menos es más
Los padres finlandeses, obviamente, reclaman cierto mérito por los impresionantes resultados escolares de sus hijos. Existe una cultura de leer con los chicos en casa y los familiares mantienen contacto permanente con los maestros de sus hijos.
En Finlandia, la enseñanza es una carrera prestigiosa. Se valora mucho a los maestros y los estándares de enseñanza son altos.
El éxito del sistema educativo en este país nórdico parece ser, en parte, cultural. Los alumnos estudian en un clima relajado e informal...
El sistema se sustenta sobre la idea de que menos puede significar más. Se hace hincapié en un ambiente informal, libre de recetas .... hace que ningún chico se queda atrás. Seguir aquí en la web de la BBC

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha llamado poderosamente la atención la afirmación siguiente: "Según la OCDE, los niños finlandeses pasan menos horas en las aulas que en cualquier otro país del mundo desarrollado." O sea que para obtener las mejores calificaciones, para ser más competentes ¿hay que estar el menor tiempo posible en las aulas?. A veces, había sospechado que en algunas aulas era mejor no estar, vamos que no te tocasen. Pero nunca pensé que los hechos fuesen tan contundentes. Ya sabemos. ¡¡A jugar más y a estar en clase menos y con mas provecho!!.