Artículo publicado en El Periódico Extremadura: EDUCACIÓN CONCERTADA: ALLÁ ELLOS
El Colectivo Afilalápiz se hace responsable de este artículo.
Máximo firma en representación del colectivo por ser un requisito de El Periódico Extremadura.
La aplicación de recortes y medidas pretendidas por los gobiernos es un contrasentido y una insensatez. Pero aún siendo muy graves las repercusiones que puedan tener en el conjunto del sistema educativo, en el medio rural, no puede sino menoscabar la igualdad de oportunidades y la compensación a las zonas con menos posibilidades educativas. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de personas, de niños, de familias y a largo plazo el desarraigo social y cultural es muy elevado y costoso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Claro que la red privada llega a donde quiere llegar. Los Centros privados se "colocan" (salvo honrosas excepciones) donde les conviene, donde existen "clientes" adecuados. En el último y más pequeño pueblo no es rentable, en las zonas marginales de las ciudades tampoco (insisto, excepciones hay), en los Centros Rurales Agrupados ni pensarlo ¡encima con maestros itinerantes!... En estos y otros casos "el cheque educativo y la libertad de elección" no parece importar. Nadie los reclama. Parece, entonces, que la segregación se debe a la doble red que, por tanto, paulatinamente debería ir desapareciendo todo centro concertado. Quien quiera un colegio a su medida, que se lo pague él o ella, pero no con mis impuestos.
Andamos por malos caminos: en la LOE los centros públicos han perdido su apellido y sólo hacen referencia a las enseñanzas que imparten así que reciben la misma denominación que los privados, ya no se nos reconoce por el nombre. La educación ha pasado de ser un derecho a ser un servicio público más. La situación de la escuela pública en Madrid es para temblar. La red privada extiende sus tentáculos y cada vez capta más fondos públicos. Y todo como si fuera lo natural, lo que tiene que ser.
Efectivamente, ya no se habla de Escuela Pública sino de servicio público educativo, todo menos llamar a las cosas por su nombre: privatización, segregación... ¡cómo manejan los eufemismos!
Suscribo totalmente las ideas y argumentos vertidos en el artículo sobre escuela pública-escuela privada y pienso que todos deberíamos aportar una actitud, ante la opinión pública, ante la patronal de la concertada, ante los sindicatos ( que aunque interesados en defender las aspiraciones de los trabajadores,de todos los trabajadores, deberían partir de presupuestos de igualdad a la hora de analizar sus propuestas) y ante las administracciones educativas , más combativa con los intereses de la escuela pública.
Ofenden a los que hemos tenido que pasar por una selección basada en convocatorias públicas de empleo, hechos miles de kilómetro por la geografía extremeña a lo largo de años, lejos de nuestros hogares, aquellos que demandan equiparación salarial para el profesorado de la escuela concertada y privada cuando, como bien es sabiedo, el proceso de selección de dichos profesores es a dedo y por intereses. A presupuestos de partido distintos, resultados, en este caso salariales, diferentes. Cuando esas plazas que ocupan a dedo estén accesibles a todo el profesorado, también el de la escuela pública, cuando el de la concertada "chupe" zona rural, se vea cada año desplazado a otra zona y otra localidad, haga miles de kilómetros en coche propio, se gaste un porcentaje importante de su sueldo en alquileres, obligados a mantener dos residencias, cuando paguen el precio de ser itinerantes, de vivir la maravillosa realidad rural, cuando hagan el periplo por la geografía extremeña como un maestro de la escuela pública, que se defiendan sus derechos y sus aspiraciones salariales de igualdad con las del profesorado de la pública, pero rotúndamente no mientras estén en sus puestos de ciudad, en su lugar de residencia habitual y seleccionados con criterio "digital" del responsable del centro concertado-privado.
José Luis H.
Que se cree un Servicio Público de Educación en el que todos los centros sostenidos con fondos públicos tengan iguales derechos e iguales obligaciones que actualice el vetusto concepto de las redes educativas, basado en la titularidad de los centros, con este otro, ligado al servicio que prestan. Un cambio de mentalidad en lo que a la organización del sistema se refiere.
No se puede consentir tanta concertada campando a sus anchas sin dar la más mínima explicación de lo que "públicamente recibe".
Se impone inexorablemente un reciclaje, y recuperarse de los sinsabores del informe Pisa también pasa por ahí.
Muy interesante vuestro artículo, amigos/as de Afilalápices. Para intentar entender la fuerza de la privada en estas situaciones hay que echar la vista un poco atrás y remnontarnos a los últimos tiempos del debate sobre la LOE, que tan "progresista" iba a ser (pero nod esde luego en el tema de la pública y la privada). La propia LOE, tal como quedó finalmente "acordada" proporciona un sólido fundamento a las reivindicaciones de la privada (sobre todo la privada concertada, claro). En efecto, en el preámbulo de la LOE se dice con claridad –para que nadie se llame luego a engaño-: “El servicio público de la educación puede ser prestado por los poderes públicos y por la iniciativa social, como garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos y la libertad de enseñanza” (BOE de 4 de mayo de 2006, pág. 17159, columna izquierda). Por lo tanto, los poderes públicos y la llamada eufemísticamente “iniciativa social” (o sea la privada concertada) son consideradas, en igualdad absoluta de condiciones, como “servicio público”. Esa es la base para todas las actuales “exigencias” de las que habla el artículo del Colectivo Afilalápices. Lo que se dice en el Preámbulo de la LOE se concreta, por ejemplo, más adelante en el Art. 108.4: “La prestación del servicio público de la educación se realizará, a través de los centros públicos y privados concertados”. Es decir, de nuevo la red pública y la privada-concertada en igualdad de condiciones. Obsérvese, además, curiosamente, que en la redacción de ese punto se les olvidó suprimir una coma, innecesaria, que seguro que estaba ahí porque hubo retoques en las negociaciones de última hora con determinados sectores –encima, eran los más “presentables” de la enseñanza privada-, para conseguir la aprobación del texto... Pero ya entonces las expectativas progresistas respecto a la defensa de una enseñanza pública estaban más que defraudadas... aunque parece que no se dio cuenta mucha gente en aquel momento. Pues de aquellos polvos vienen estos lodos.
Abrazos
Paco García (Red IRES)
Enhorabuena por el artículo. Lo comparto totalmente. Debemos volver a extender la vieja consigna de que el dinero público sea para la escuela pública. El estado debería iniciar un plan de construcción de centros escolares y una progresiva reducción de centros concertados. El lema podría ser: "En dos legislaturas:el dinero público para la escuela pública"
Un abrazo
Rafael Porlán de la Red IRES
Es cierto lo de la LODE, y ya entonces era uno de los aspectos por los que tuvimos vivos debates con los que la apoyaban incondicionalmente. Pero vistas las consecuencias ya es hora de que se reparen los errores históricos. Es como el tema del famoso concordato con la santa sede. ¿Estamos amarrados ya por los siglos de los siglos a lo que en un momento se decidió por las circunstancias que fuese? Opino que no, otra cosa es la fuerza que tengamos, pero... siempre adelante, hormiguitas somos.
Publicar un comentario