lunes, 25 de febrero de 2013

ENTRE MAESTROS

“Llevar el autoconocimiento a clase como hilo conductor” o “en la clase , un solo profe pero muchos maestros”... Saco estas frases de un vídeo/presentación de la película Entre maestros, en el que su autor nos muestra cómo la sabiduría está dentro de cada ser humano, pero aflora sólo en determinadas condiciones.

Algunas preguntas para calentar motores antes de ver la peli:


¿Es vital para el alumnado el tiempo de la escuela? ¿Lo sienten como propio? ¿Se muestran en toda su autenticidad entre las paredes del centro educativo? ¿El clima de las aulas favorece un  encuentro entre personas que favorezca el crecimiento mutuo y  una educación de calidad que necesariamente produce cambios profundos en el ser humano?
¿Puede darse un aprendizaje auténtico soslayando o ignorando el bagaje emocional, historia personal y circunstancias vitales de cada chic@? ¿La formación inicial del profesorado, debería  incluir su propio autoconocimiento y educación emocional?


Carlos González, profesor de matemáticas durante más de veinte años, creo que nos muestra algunas respuestas. Él se atreve a hacer un experimento con  un grupo de chic@s elegidos para que sean representativos de lo que puede ser cualquier aula de Secundaria, eso sí, el número está lejos de la realidad, sólo once. 
Pablo Ausón, de la productora Alea,  tras conocer su libro Veintitrés maestros, de corazón.  Un salto cuántico en la enseñanza (de descarga libre en internet), le propone hacer en sólo doce días que dura el rodaje de la peli, lo que no pudo hacer al cien por cien en sus años de docencia. Así nace Entre maestros, estrenada en Barcelona el pasado 8 de febrero.


El resultado para mí es apasionante, porque rebosa “verdad”, porque para sus protagonistas no se trata de “actuar“ sino de “ser”. Y porque un profesor ni siquiera dotado de gran carisma, o eso me parece, pero sí apoyado en su propio autoconocimiento, es capaz de facilitar un proceso en el que educación y vida son la misma cosa, en el que la figura del docente al mostrarse auténtico crea el clima para que los demás evolucionen y en un proceso más o menos lento, vaya desapareciendo el personaje de cada uno en el aula ( chul@, pasota, listill@,...) y apareciendo el ser humano con su sabiduría, sus fortalezas y sus miedos.

De esta forma, como por supuesto en otras muchas experiencias educativas innovadoras, el tiempo escolar se convierte en tiempo vital para las personas.

Aviso a navegantes, creo que lo primero para ver la peli es  despojarse de ciertos prejuicios; hay gente que siente rechazo hacia un tipo de lenguaje que identifica como “de secta” y otros califican lo que viene llamándose educación holística como no científica.

Bien, pero veámosla y después, hablemos y debatamos.